Julia pasó dos años como au pair en Estados Unidos e incluso tomó un curso de fotografía en Oʻahu, Hawái. Como parte del programa au pair, los participantes pueden obtener créditos universitarios asistiendo a clases, ya sea en un college local o en cursos especialmente diseñados para au pairs. Las familias anfitrionas apoyan esto con hasta 500 $. Julia aprovechó esta oportunidad para inscribirse en un curso de fin de semana en Hawái, donde descubrió una nueva pasión, exploró la isla y creó recuerdos inolvidables con sus amistades.

Descubrir una nueva pasión

Uno de mis destinos favoritos —al que todavía pienso a menudo, incluso dos años después— es Hawái. Antes de mi experiencia como au pair, nunca habría imaginado visitar un lugar así. Y, sin embargo, me encontré con cuatro boletos de avión y un curso de fotografía reservado en Oʻahu. 🌺🛫

En mayo de 2023, tomé el avión a Hawái con mis tres mejores amigos del estado de Washington. Como siempre, planificamos todo con antelación: qué queríamos ver, qué queríamos hacer, y subimos al avión llenos de entusiasmo. Una de las ventajas de ser au pair es que, dondequiera que estés, solo o acompañada, siempre terminas conociendo gente nueva.

Elegimos este curso porque los au pairs deben completar seis créditos durante el año. Para nosotros, era la manera perfecta de conocer a otras au pairs de todo el mundo y aprender más sobre Estados Unidos y la cultura hawaiana. Durante el curso —y sobre todo después— exploramos la isla y acumulamos recuerdos memorables: nadar con tortugas, hacer senderismo por senderos embarrados e incluso probar el surf por primera vez.🏄

Más que un simple trabajo

Estos dos años como au pair en Estados Unidos me enseñaron mucho sobre mí misma. Una gran lección: siempre probar cosas nuevas y salir de tu zona de confort. Antes de salir de Alemania, nunca habría imaginado estar de pie sobre una tabla de surf en Waikiki, ni viajar a uno de los lugares más bonitos del mundo con tres personas que apenas conocía unos meses antes.

Sinceramente, solo por los viajes, los encuentros y las experiencias, creo que todos deberían ser au pair al menos una vez en la vida.

Amanecer, senderismo y mucho más

Si tuviera que elegir mi día favorito en Hawái, sería ese: comenzamos la penúltima mañana con una sesión de fotos al amanecer, todos con collares de flores a juego. Después, tomamos un Uber hacia un sendero de excursión escondido. El senderismo —al igual que la fotografía— se volvió rápidamente una de nuestras actividades favoritas, lo que explica nuestras historias de tobillos casi torcidos, campamentos improvisados y caminatas en la oscuridad.

Después de resbalarnos en el barro y disfrutar del paisaje, visitamos el Polynesian Cultural Center. Aprendimos mucho sobre las tradiciones hawaianas y, finalmente, probamos el famoso “shave ice”. Más tarde, después de lidiar con las quemaduras de sol (porque, seamos sinceros, algo siempre sale un poco mal en los viajes 🫠), nos reunimos con otras au pairs en la playa para ver los fuegos artificiales semanales en Oʻahu. 🎆 

Amistades para toda la vida — lo que me llevo tras dos años como au pair

Antes de irme, no sabía si haría amistades cercanas y duraderas. Entonces, ¿después de casi dos años? Todavía hablo regularmente con la mayoría de mis amigos au pair, y ahora incluso estoy en la universidad con algunos de ellos. Nuestro viaje a Hawái nos unió mucho y nos motivó a planear otros viajes juntos.

Más allá de los paisajes increíbles, la comida, los espectáculos de hula y las compras de recuerdos (nuestras familias en casa también tenían que vivir un poco del viaje), también descubrimos la fotografía. Se ha convertido en un verdadero hobby —y seamos honestos, ¿qué mejor lugar para mejorar tus habilidades y darle un boost a tu feed de Instagram que Hawái? 📸

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